lunes, 29 de marzo de 2010

5- Teorías de la Adolescencia: Arminda Aberastury

CARACTERISTICAS DE LA ADOLESCENCIA:

Es una etapa en el proceso de desprendimiento, de contradicciones que lo lleva a moverse entre el impulso al desprendimiento y la defensa que impone el temor a la pérdida de lo conocido. Tiempo de confusión, ambivalente, doloroso, caracterizado por fricciones con el medio familiar y el ambiente circundante.

En el adolescente el Yo es débil por las exigencias del Super Yo al que debe responder y a los impulsos inminentes que provienen del Ello.

El adolescente pasa por un TRIPLE DUELO:

  1. Duelo del cuerpo infantil
  2. Duelo por la identidad infantil
  3. Duelo por los padres de la infancia.

CUERPO: aparecen caracteres sexuales primarios (aumenta el tamaño de los genitales) y secundarios (vello axilar, pubiano, facial y aumento de pecho)

Los varones a diferencia de las mujeres, cambian la voz como indicio de la pérdida de su bi-sexualidad.

Inicio de la maduración sexual, en la niña la primera menstruación y en el niño la polución nocturna.

Duelo: El niño para sentirse conforme con el cuerpo pasa por un proceso de duelo:

    • Renuncia al cuerpo de niño
    • Abandono de la fantasía de la bi-sexualidad. Base de su actividad masturbatoria.

Masturbación: en la época de latencia, reviste características grupales y exhibicionistas y el niño valorando, a través de esta actividad sexual, el aprendizaje de su identidad genital. En la adolescencia la masturbación ayuda a establecer la primacía genital, reaparece inducida por la creciente madurez genital.

Cumple dos tareas: 1) ayuda al adolescente a aceptar su sexo 2) lo ayuda a luchar contra la tendencia al incesto.

Coordinación Psicomotriz: En la adolescencia se da la plenitud del desarrollo motor. Pero la torpeza que se observa en los adolescentes es por conflictos con su cuerpo y en especial con la actividad masturbatoria.

Dibujo: Manifiesta la búsqueda de la representación del propio cuerpo. Algunos adolescentes relatan fantasías masturbatoria, otros los reprimen. Los que no reprimen sus fantasías modifican permanentemente sus dibujos, hay enriquecimiento de la imagen. Los que reprimen, realizan dibujos lineales y monótonos y niega la diferencia de sexo.

En la mujer sus dibujos contienen: Flores (pérdida de la virginidad), corazones y adornos corporales (femeneidad), cinturones con hebillas (vagina).

En los hombres sus dibujos contienen: pistolas, espadas (pene).

El dibujo del cuerpo humano es una actividad espontánea durante la adolescencia.

Renuncia al incesto: con la madurez genital, el ser humano posee el instrumento capaz de efectuar la unión incestuosa y de satisfacer la antigua fantasía de tener un hijo con el progenitor del sexo opuesto. Esta fantasía en la adolescencia es ahora realizable.

IDENTIDAD

El adolescente sufre cambios en cuanto a las responsabilidades, expectativas e ideales.

El Yo adolescente es débil, y por esto adopta diferentes mecanismo que lo ayudan a hacer frente al Ello y el Super Yo. Durante la adolescencia se ensayan distintas identidades. Los adultos deben permitir sus ensayos y no deben provocarlos, sino confrontarlos.

PADRES Y SOCIEDAD ADULTA: Es la contracara de la adolescencia porque en ellos surge ambivalencia y resistencia a aceptar el proceso de desprendimiento.

Los padres viven los duelos de los hijos. Tiene que desprenderse del hijo niño y evolucionar a una relación con el hijo adulto. Al perderse el cuerpo de su hijo niño, debe aceptar el devenir, el envejecimiento y la muerte. La capacidad y logros crecientes de los hijos los obligan a enfrentarse con sus propias capacidades y evaluar sus logros y fracasos. El conflicto estalla cuando aparecen los primeros cambios corporales y se define el rol procreador. Ahora el hijo se transforma en un competidor en la situación incestuosa.

Adultos tiene una dificultad para aceptar la madurez intelectual y sexual del niño, para ellos la adolescencia es una edad difícil.

lunes, 22 de marzo de 2010

4- Teorías de la Adolescencia: Stanley Hall y Margaret Mead

“La psicología biogenética de la adolescencia, según Stanley Hall”

Stanley Hall es considerado padre de la "psicología de la adolescencia" ya que utilizó métodos científicos para su estudio.
Hall tendió en puente entre el enfoque filosófico y especulativo del pasado y el científico y empírico del presente.

Tomó el concepto darwiniano de la evolución biológica y elaboró la “TEORIA DE LA RECAPITULACION”, sostiene que el organismo individual atraviesa etapas, que corresponden a aquellas que se dieron durante la historia de la humanidad.El individuo vuelve a vivir el desarrollo de la raza humana desde un primitivismo animaloide, a través, de un periodo de salvajismo, hasta los modos de vivir civilizados más recientes que caracterizan la madurez.

Hall suponía que ese desarrollo obedece a factores fisiológicos. Los mismos están determinados genéticamente, son universales e independientes del ambiente socio-cultural.

Etapas en el desarrollo humano:

  • Período de la infancia: 1eros cuatro años de vida, representa la etapa animal de la raza humana (gateo), desarrollo sensorial.
  • Período de la niñez: 4 y los 8 años, época cultural (casa y pesca) donde el niño juega a los indios, con armas de juguete, a la construcción de cuevas etc.
  • Período de la juventud: de 8 a 12 años, “preadolescencia”, predisposición favorable a la ejercitación, la disciplina. Tiempo del aprendizaje.
  • Período de la adolescencia: desde la pubertad hasta la adultez (22-25 años) Período de tormenta e ímpetu. Corresponde a una época en que la raza humana se encuentra en turbulencias y transición.

La vida emotiva del adolescente es una fluctuación entre varias tendencias contradictorias (ej: amor-odio). Se observa a la vez rasgos de un egoísmo y un ser idealista.

El adolescente desea la soledad y el aislamiento, pero, al mismo tiempo, se encuentra integrando grandes grupos y amistades. Tiene un anhelo por encontrar ídolos y autoridad.

Al final del proceso evolutivo: el individuo llega a la madurez.

Inferencia educacional: Aunque no llegara a los extremos de Rousseau, Hall creía que el adulto no debe interferir con el curso natural del desarrollo, controlado y determinado por fuerzas directrices interiores.

Los humanos son universales e inseparables de la naturaleza humana.


“Antropología cultural y adolescencia”

El reconocimiento mutuo, entre la teoría psicoanalítica y la antropología cultural, y el resultado de las investigaciones han contribuido al nacimiento de ideas teóricas en las cuales las posiciones extremas del determinismo ambiental y del universalismo genético, han cedido el lugar a una posición en la que los factores biogenéticos y las fuerzas ambientales son estudiados más cuidadosamente y donde se reconoce su mutua interacción.

La teoría del acondicionamiento cultural puede relacionarse fácilmente con el estudio de la adolescencia hecho por Mead en Samoa.

Mead elaboró una teoría llamada "relativismo cultural" la cual destaca la influencia de los factores culturales en el proceso evolutivo. Destaca la importancia de las instituciones sociales y de los factores culturales para el desarrollo humano.

La constitución biológica humana no determina moldes particulares de conducta.

Benedict ve el crecimiento como un proceso gradual y continuo. La diferencia entre el niño y el adulto está marcada por las instituciones sociales y legales. El cambio de modo de la relación interpersonal de una edad a otra provoca discontinuidad en el en el proceso de crecimiento. Un ejemplo de esa discontinuidad en nuestra sociedad lo constituye la insistencia en la naturaleza asexuada del niño, en oposición a las actividades sexuales del adulto.

Benedict estudia tres aspectos específicos de la discontinuidad en oposición con la continuidad en el acondicionamiento cultural.

En la sociedad occidental, los mayores cambios se producen durante la adolescencia. Son los siguientes:

a) Status responsable contra status no responsable.

b) Dominación contra sumisión.

c) Actitud sexual contrastante

La diferencia entre la conducta continua y la discontinua puede ser demostrada por medio del análisis de los conceptos de trabajo y de juego.

En la sociedad norteamericana el trabajo y el juego son considerados distinta y separadamente. El niño no aporta ninguna contribución de trabajo a la sociedad: incluso la ley le prohíbe hacerlo. Pero, a partir de la adolescencia, hombres y mujeres deben competir de igual a igual con otros adultos.

Sociedades primitivas el juego y el trabajo no están separadas.

Ejemplos:

-El muchacho recibe ARCO y flecha al nacer. A medida que crece, los arcos aumentan de tamaño.

-Las niñas, aunque no tengan más que seis o siete años, son responsables de cuidar y disciplinar a sus hermanos menores. Temprana participación en los deberes familiares.

-Los varones aprenden a pescar y manejar canoas.

-Las niñas trabajan en las plantaciones y ayudan a transportar comestibles al pueblo.

A medida que el niño crece y que sus fuerzas aumentan se incrementan el grado de responsabilidad.

En nuestra sociedad la responsable suele producirse durante la adolescencia de manera bastante repentina.

Durante la adolescencia se produce un cambio bastante brusco entre la sumisión y la dominación.

La diferencia entre sumisión y dominación es aún más extrema en nuestra cultura. El niño tiene que abandonar la sumisión infantil y adoptar una actitud de dominación en la edad adulta.

A veces, el adolescente que se prepara a dejar el hogar paterno experimenta ese cambio como discontinuidad, por estar poco preparado para la independencia.

El niño pocas veces o nunca ve un parto, un acto sexual o la muerte; el embarazo se disimula, el amamantamiento se oculta y las niñas sufren su primera menstruación sin saber de qué se trata.

En oposición a con ello, el niño samoano sigue una línea evolutiva relativamente continua.

Los jóvenes tienen la oportunidad de ver el nacimiento, la muerte sin alejarse del hogar y ocasionalmente alguna rápida visión de actividad sexual.

No se considera al niño como diferente del adulto.

La vida sexual no se ve reprimida e inhibida por la sociedad, que la considera como natural y placentera.

La homosexualidad en Samoa se la ve como “juegos” y no son un estigma moral.

En la sociedad samoana, la mayoría de las experiencias sigue una línea de desarrollo relativamente gradual y continuo, sin serias interrupciones, interferencias ni restricciones.

En la sociedad occidental, en cambio, muchas experiencias permitidas a los adultos son restringidas o prohibidas a los niños. Y los adultos se ven obligados a olvidar actitudes, habilidades y valores que tenían cuando niños.

En la sociedad samoana la influencia de los padres sobre sus hijos es limitada. La disciplina siempre está a cargo de un hermano mayor.

Si un joven entra en conflicto con sus padres, puede mudarse a la casa o al pueblo de un tío, por ejemplo, sin sufrir estigmas sociales, morales o emocionales.

Por tanto no conoce el conflicto emocional entre dominación y sumisión.

El niño no niega el papel sexual, a diferencia de nuestra cultura que promueve la discontinuidad del papel sexual (el sexo es considerado pecaminoso).

Benedict define la continuidad en el papel sexual en el sentido de que no debe enseñarle al niño nada que deba olvidar más tarde.

La niña samoana no tiene que olvidar nada acerca del sexo. Tiene la oportunidad de tener experiencias sexuales, casi sin limitación, si se exceptúa un rígido tabú contra el incesto.

De esta teoría se puede deducir que la discontinuidad en la crianza del niño genera una tensión emotiva, mientras que el condicionamiento cultural de índole continua se caracterizaría por un desarrollo suave y gradual.

La sociedad samoana, en oposición con la americana es homogénea y da pocos indicios de cambios sociales. En las relaciones interpersonales, las insinuaciones son menos ambiguas en Samoa que en sociedades más complejas. En sociedades primitivas, las reglas del cortejo por lo general están claramente establecidas. Por consiguiente, toda chica sabe con bastante exactitud qué efecto surtirán sobre todo muchacho su risa, su sonrisa, una caída de ojo o el quedarse rezagada detrás de un grupo.

En los Estados Unidos tales insinuaciones son más ambiguas y las respuestas de los muchachos no pueden predecirse con la misma precisión.

Solo existe una religión, mientras que en los Estados Unidos hay docenas.

El samoano se rige por un solo código moral estándar que contiene muy pocas restricciones. El adolescente norteamericano se ve, en cambio, frente a distintos códigos morales, con gran cantidad de restricciones.



La antropología cultural y algunos problemas teóricos

Los antropólogos culturales creen el determinismo cultural.

Las primeras publicaciones de Benedict y Mead pasan por alto el aspecto fisiológico de la pubescencia. Sin embargo luego Benedict no niegan la influencia de factores biológicos. Afirma que existen normas básicas que ninguna cultura conocida ha sido capaz de eludir.

Según Mead el desarrollo de la personalidad es influido conjuntamente por factores hereditarios, culturales e individuales, pertenecientes al historial de vida del sujeto.

Inferencias educacionales

Ciertas condiciones culturales producen stress, tensión, ansiedad e inestabilidad emocional en el adolescente. Mead propone que tales condiciones sean modificadas por medio de un planeamiento social adecuado.

Las dificultades del adolescente en las sociedades complejas están relacionada con la presencia de pautas conflictuales y con la creencia de que cada individuo debe elegir por si mismo, a lo que se agrega el concepto de que la elección es algo muy importante.

Los muchachos y las chicas empiezan muy pronto a depender demasiado unos de otros, tanto en el compañerismo social como intelectual. Mead, cree que en esta interacción heterosexual, inmadura y prematura, fomentada por el colegio secundario, colabora en la formación de actitudes negativas y la hostilidad entre los sexos.

“Mead sostiene que el desarrollo de a personalidad es influida conjuntamente por factores hereditarios,

culturales e individuales, que pertenecen al historial de la vida del sujeto.“



La imitación temprana de una conducta "adulta", por una parte, y el periodo prolongado de educación, por la otra, han aumentado la duración de la adolescencia social y creado una pauta cultural de adolescencia colectiva, caracterizada por la sujeción de los jóvenes a normas establecidas por sociedades integradas por ellos mismos y por la indiferencia ante los valores y los anhelos de sus padres.


Mead piensa que la enseñanza media ha contribuido a aumentar la ansiedad del adolescente con respecto a su desarrollo físico y a la conducta sexual apropiada.

Mead sostiene que la tarea más importante del adolescente es la de buscar su verdadera identidad. Se pronuncia en favor del incremento de la libertad y de la menor sujeción a los moldes de los núcleos familiares, juveniles y comunitarios, de suerte que el adolescente pueda realizar su potencial creador.

"Debiéramos tratar de modificar toda nuestra cultura y especialmente nuestro sistema de crianza, para que nuestros jóvenes dispongan de mayor libertad para variar y de más anhelos de hacerlo"

jueves, 18 de marzo de 2010

3- Primeras Aproximaciones a la Adolescencia

La palabra adolescencia deriva del verbo “adolecer” que significa carecer, faltar algo.
El adolescente carece de una identidad definida, una situación definida.
Según Erikson la adolescencia es un periodo de inestabilidad, donde el adolescente va a ir ensayando diferentes identidades para poder arrivar a una identidad, para esto la sociedad le permite un período de tiempo denominado "Moratoria Social".
El objetivo de la adolescencia es elaborar la perdida de la identidad infantil y construir la identidad adolescente que será la base de una identidad madura.La madurez, se adquiere al alcanzar el equilibrio tanto físico como psíquico.
Leímos un articulo de Fontanarrosa: “Cambios en tu hijo adolescente” sacado del libro “Te digo mas…y otros cuentos” (Ed: De la Flor, Bs.As. 2001).
Este artículo que el autor realiza hacia los padres de hijos adolescentes describe con humor los cambios corporales y psíquicos que se producen en el niño al entrar en la adolescencia.
Comienza describiendo los cambios físicos del adolescente comparándolo cuando era pequeño.
Detalla el crecimiento en cuanto al tamaño y forma del cuerpo del adolescente. Este ya no presenta movimientos armónicos como cuando era niño sino que más bien esta algo torpe y le cuesta habituarse a sus nuevas medidas, ya que pierde noción de su esquema corporal.
Continúa relatando como a partir de los cambios hormonales el adolescente huele mal e incluso se niega a bañarse, excusándose, se empecina en usar siempre la misma ropa además en su piel se pueden ver centenares de nuevos granos amarillentos, en su rostro también, en la parte de su bozo, una pelusa de bigote, y sus piernas, largas y huesudas, comienzan a tener pelos.
El autor a su vez explica que ocurre algo más profundo y complicado que las transformaciones físicas: plantea que el adolescente esta cambiando como persona.
Su personalidad se halla en un proceso de transformación, en cuanto a la relación con sus padres se manifiesta cierta pérdida de la relación de dependencia, provocando en los padres inquietud).Tiene cierta actitud desafiante, ambivalencia (no es niño, ni es un adulto), le es imposible el aceptar limites, y su diversidad en cuanto a la personalidad es fluctuante.
Describe una serie de conductas y contestaciones inadecuadas de parte de los hijos hacia los padres, pero es natural que el adolescente pase por esta etapa de cambios en su personalidad siendo que esta varia día a día, se transforma, muta.
Su alma se modifica y se amolda a las presiones que recibe. Su perfil, su forma de ser, fluye, se eleva y se distorsiona.
El autor concluye con ironía que pronto aparecerá el modelo terminado, con una personalidad definida y consolidada. Y es entonces cuando el adolescente conocerá una mujer y esa mujer intentara cambiarlo…
A partir de la lectura del texto en la clase pudimos darnos cuenta de cómo el adolescente va cambiando su esquema corporal y su psiquismo, como impacta este cambio físico y psíquico en él y en sus padres; y como adolece su imagen corporal armónica que tenía en la niñez.
Hablamos de que el adolescente toma una actitud de aislamiento e indeferencia con los demás y a su vez establece una relación de distancia-desafío con la familia y los adultos en general.
Al final de la clase y a grandes rasgos vimos que el adolescente tiene tareas que cumplir:

- Resolver el complejo de Edipo, que consiste en aceptar una nueva manera de vincularse con los padres, dejando de considerarlos como objeto de amor.

- Resolver la bisexualidad, que consiste en asumir la identidad sexual.

-Construir la identidad adulta, que se consolida al final de la adolescencia.

2- Cambios en tu hijo adolescente Roberto Fontanarrosa

Tu hijo adolescente está cambiando. Y está cambiando a ojos vista. Lo miras cuando duerme y te asombras de que los pies le asomen una cuarta por el extremo más lejano de la cama. Los brazos se le enredan, como si no encontraran sitio, y la cabeza pende por la otra punta de su lecho como la de un pollo muerto. ¡Y es la misma cama que parecía enorme para él no hace tantos años, cuando con tu esposa decidieron cambiarlo de la cunita con barrotes porque saltaba afuera de ella como si fuese un mono!


Tu hijo ya no tiene el rostro redondeado y rubicundo de cuando era un niño, sino que la cara ha adquirido rasgos angulosos y su color se torna, día a día, más verdoso. Incluso sus movimientos no tienen ahora la armonía de cuando pequeño, cuando todo, absolutamente todo lo que hacía era gracioso. Arrojaba un plato de sopa al piso y era encantador. Aplastaba con su pequeño piecito las mejores flores del jardín de tu casa y arrancaba risas. Retorcía con saña la piel sedosa del paciente perro y movía a elogios.


Ahora está algo torpe, desmañado y le cuesta habituarse a sus nuevas medidas antropométricas, las que ha adquirido durante el desarrollo Se golpea frecuentemente contra las puertas del aparador, empuja sin querer con los codos los vasos de la mesa y se da la frente con estruendo contra el dintel de la puerta del fondo.



. '¿Qué está ocurriendo con mi hijo?', te preguntas. ¿Qué fenómeno mutante le sucede, que se levanta una mañana y ha crecido cinco centímetros, sale de dos días con fiebre y se ha estirado ocho? Porque, incluso, seamos sinceros: huele mal. El sabandija huele a rayos. ¿Adónde quedó ese aroma a talco boratado, a jabón Lanoleche y a perfume suave que lo envolvía como una nube celestial cuando era muy niño y daba placer estrujarlo? Ahora emana un tufillo confuso a almizcle y a aguas servidas, a goma agria y a perro mojado.

Cuando tú entras en su habitación respiras el aire denso del encierro, un pesado vaho a zoológico, a establo, a pesebre, a leonera, a mingitorio de baño público. Además, el sabandija se niega a bañarse. No te lo dice directamente, no te enfrenta mirándote a los ojos cuando se resiste a entrar a la bañera, no. Pero elude el momento, se olvida, finge no tener tiempo, aduce que el estudio le quita oportunidades de asearse.



Tu esposa le ha comprado cientos de nuevas camisetas, algunas de ellas con estampados jubilosos, alegres, juveniles. Tu hijo, sin embargo, se empecina en usar siempre la misma camiseta negra, arrugada, con el estampado en blanco de un cocodrilo del Ganges, con la que ha dormido las últimas nueve noches.

Ahora mismo, mientras lo miras durmiendo despatarrado sobre la cama que ya le queda chica, adviertes que sus piernas, esas mismas piernas que, cuando bebé, eran cortas extremidades rollizas, infladas, rosáceas y regordetas son, de pronto, largas piernas huesudas que, en sectores, muestran una granulosidad plena de canutos similar a la de la piel de los pollos congelados. Y en otras zonas unos enormes, largos y negros pelos simiescos que confieren a tu hijo una apariencia silvestre.



Su piel, por otra parte, en estos momentos, ya no es más la tersa y suave que tanto te gustaba tocar cuando no tenía más de 9 años. Tu hijo está viviendo una explosión hormonal, sus glándulas sebáceas se han declarado en estado de alerta máxima, y revientan, especialmente sobre la superficie de su rostro, centenares de nuevos granos amarillentos, cerúleos y purulentos.



¿Qué hay, incluso, sobre sus labios amoratados? Detectas una sombra. Pero no es, precisamente, la sombra de su sonrisa, como bien lo poetizaba la canción aquélla. Es un bozo, una pelusa de bigote, una suerte de suciedad grisácea que brinda a su labio superior un ribete desprolijo, como si no se hubiese limpiado la base de la nariz luego de comer cenizas.



Pero mucho te equivocarías si tan sólo te detuvieras en eso, en la observación de los cambios físicos, notorios y evidentes. Si sólo te quedaras en precisar que su cabello opaco se enreda en grumos intrincados, sus rodillas tienen la dimensión de dos tazas de café y su aliento huele a comadreja. Ocurre algo más, algo más profundo y complicado aparte del replanteo de diseño y decoración personal de tu hijo. Ocurre algo más y es esto: tu hijo está cambiando como persona, como ser humano. Como las serpientes, está mudando de piel y de personalidad.



Hay veces –muchas, debes confesarlo– en que le hablas y no te oye. Parece escucharte, pero no registra en lo más mínimo lo que le has dicho. O masculla, simplemente: 'Sí, sí, está bien. Está bien', como se les dice a los locos, sólo para conformarlos. O, cuando le reprochas algo, responde con frases de un cinismo notable tales como 'Mala suerte' o 'Qué pena', como aseverando que tus desvelos por corregirlo serán vanos, morirán, infructuosos, aplastados por los ya escritos designios del destino. O sólo contesta con un desafiante e insolente



'¿Y...?' cuando su madre le recuerda que no ha ido este mes a visitar a sus tíos. Y hay otro llamado de atención, te recuerdo, muy claro y estremecedor, convengamos: en ocasiones te mira como para matarte. Aquellos ojos de ardilla que se abrían encantadores cuando tú le mostrabas el libro con la historia de los dos ositos, ahora se clavan en los tuyos y tú adviertes, lisa y llanamente, que tras sus pupilas titila un brillo asesino, el mismo que alumbrara la locura homicida de Manson.


Tú te has atrevido a entrar en su habitación luego de golpear un par de veces, desde luego. Le has recordado que debe ir a limpiar el baño que quedó hecho un lodazal luego de que él, por fin, accediera a darse la ducha semanal, y has interrumpido su videojuego en la computadora. Te dijo, rumiante, que ya iría a secar el baño, pero tú, imprudente, has insistido.

Es entonces cuando él te mira tal como lo describíamos. Te mira y te dice, con una voz donde relampaguea una inflexión filosa y acerada, separando notoriamente cada sílaba: 'Te-dije-que-ya-iba-a-ir'. Y serpentea por sus palabras una apenas velada amenaza de homicidio. ¡Es él, tu hijo, el mismo niño que para las Navidades cantaba junto a ti villancicos con voz dulce y graciosa! Algo se está solidificando dentro del magma espiritual de tu muchacho.



Algo, dentro de esa corriente de agua pura y cristalina que era tu pequeño, se está congelando, está creando sus propios ángulos y sus propias aristas. Has palpado algo duro allí dentro, por cierto. ¿Dónde ha quedado aquella personita minúscula, genuinamente inocente, que se creía la historia del ratoncito que deposita dinero a cambio de un diente caído? Tú mismo empezaste a cambiarla cuando le enseñaste a negociar, te informo.

Les has vendido espejitos a los indios, mi amigo. Les has mostrado el poder del canje, les has cambiado pieles de zorro por aguardiente. Ahora saben que tú debes darles algo cuando les pidas alguna cosa. Tu propia esposa inició a tu hijo en eso cuando le prometía dejarlo ver el programa de televisión con los Muppets si él era tan bueno de comer la primera cucharada de la repugnante papilla.

Tú mismo lo acostumbraste a la extorsión cuando negociaste no llevarlo sobre tus hombros en el paseo por el shopping vecino a cambio de comprarle un chupetín con forma de rinoceronte. Ahora le pides gentilmente que apague la luz de su pieza cuando no la usa y te exige diez dólares, le ruegas que no deje tiradas sus ropas por el suelo y pretende un compact de los Screaming Headless Torsos, le indicas que no apoye los codos sobre la mesa y ruge que necesita una moto japonesa.



No te sorprendas, mi amigo. La explicación es muy simple: él está cada vez más parecido a ti mismo, es ya un delincuente como todos nosotros, es uno más de la banda, lo estamos integrando jubilosamente en el clan. Y hay otro detalle: ya no puedes pegarle. Ese coscorrón sonoro sobre el remolino de pelo que tiene en la cabeza, ese manotazo plano sobre sus asentaderas cuando hacía algo malo, ese zamarreo espasmódico tomándolo de un hombro cuando berreaba como un demonio, ya no es atinado.

Ahora, te diría que lo pienses muy bien antes de hacerlo. Ayer mismo le levantaste una mano y te miró fijamente, como calculando la resistencia de tus huesos, la oposición que presentaría la piel de tu cuello a la punta doble y metálica de una tijera. Lo miras ahora, mientras duerme, cuando parece recuperar algo de ese toque angelical que poseía en el colegio primario, y ves que su espalda tiene casi el mismo ancho que su almohada, y que los músculos jóvenes de los brazos son protuberancias tensas, como si tuviese sogas que le corrieran bajo la piel.

Lo comprobaste, además, no hace mucho, cuando le asestaste un festivo empujón sobre una tetilla, a modo de chanza, y tu mano chocó contra una superficie que tenía la granítica dureza del cemento, una dureza que en tu propio cuerpo de padre sólo podría encontrarse en la hebilla de tu cinturón. Podría matarte con una sola de sus manos, en suma.

Perdiste tu oportunidad de pegarle cuando estabas a tiempo. Ahora ya es tarde. Pero no te inquietes, tu hijo está en una etapa de cambios. Su personalidad se retuerce como una culebra caída en el fuego. Varía día tras día, se transforma, muta. Hoy verás a tu hijo silencioso y reconcentrado, como preocupado por un futuro que se le antoja amenazante. Mañana lo verás conversador y tumultuoso, atacado por un hambre feroz que lo llevará a comer cuatro filetes de cerdo acompañados con huevos fritos. Ayer lo habías contemplado esquivo y distante, abocado a leer poemas de Verlaine y de Rimbaud.

Su alma es una suerte de masilla blanduzca, que se modifica y amolda a las presiones que recibe. Aparece un día diciendo que quiere ser jugador de basquet, y no se saca durante 24 horas esa ridícula gorra de los Dodgers. Al día siguiente opina que su destino está en la Bolsa de Valores y se empecina en lucir un saco oscuro con corbata al tono sobre los pantalones vaqueros. Mañana por la mañana sostendrá que desea sacar la visa para irse a vivir a Rusia y criar allí conejos de angora. Por la tarde confesará que está enamorado y habrá de casarse al poco tiempo. Su perfil, su forma de ser, fluye, se eleva y se distorsiona como esas voluptuosas volutas aceitosas que giran dentro de los cilindros iluminados que suelen ponerse como adorno en las casas de decoración llenos de un líquido ámbar y moroso.


Pero pronto, mucho antes de lo que tú te imaginas, aparecerá el modelo terminado. La naturaleza habrá completado su diseño. Se habrá confirmado la curva de su mandíbula, encontrará su diámetro la extensión de la cintura y las excrecencias de la piel se harán más y más infrecuentes en las inmediaciones de la nariz y la boca. Hasta la voz ya no le patinará tanto en algunos tonos, adquiriendo un matiz más parejo y previsible. Pero lo más importante: podrá advertirse una estructura firme, un andamiaje que sostenga a una personalidad definitiva y consolidada.

Y entonces, mi querido amigo, padre y custodio de un adolescente, cuanto tu hijo haya adquirido ya una personalidad concreta, sólida, palpable, buena o mala pero propia, definida, conocerá a una mujer. Conocerá a una mujer y esa mujer intentará cambiarlo.

miércoles, 10 de marzo de 2010

1- Programa


UNIVERSIDAD CATÓLICA DE LA PLATA

FACULTAD DE HUMANIDADES

ROSARIO


CARRERA: Lic. en PSICOLOGÍA

ASIGNATURA: Psicología del Desarrollo II

PROFESORES:

Adjunta: Ps. Cecilia Saint Girons

Adjunta: Ps. Mirta Carrasco

Adscripta: Lic. Marina Cipriani


CORREO ELECTRONICO: psicotemas@gmail.com

CURSO: 3 Año

CÓDIGO: 20-1-3-16

INTENSIDAD HORARIA: 5 horas semanales


NATURALEZA DE LA ASIGNATURA

La asignatura PSICOLOGÍA DEL DESATRROLLO II está ubicada en el 3er. Año de la Carrera de Psicología y es la continuación de Psicología del Desarrollo I. Tiende a dar la imagen del desarrollo humano desde la adolescencia hasta la senectud, desde una perspectiva de normalidad y/o salud. Aporta al egresado los parámetros de los avatares de la normalidad en le desarrollo. Implica una profundización de la Psicología General en cuanto a lo individual y familiar, para que se constituya en introductoria o básica a las cátedras de Psicopatología y Clínica, Psicología Educacional y Orientación Vocacional, Psicología Organizacional y Laboral, Psicología Clínica Infanto-Juvenil, Psicopatología Clínica Gerontológico y Psicología Forense.


FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

Desde esta asignatura se aborda el estudio del desarrollo humano durante la adolescencia, y se extiende con consideraciones sobre los procesos de cambio en la identidad durante la juventud, la adultez, la madurez y la ancianidad: como asimismo sobre la dinámica y la función de la familia. Para ello se examinan los factores que lo regulan, las condiciones en que ocurre y las características que lo distinguen, no solo para describirlo sino también – y fundamentalmente – para explicarlo.

Si bien el enfoque se orienta hacia la persona integral, los contenidos de aprendizaje están organizados teniendo en cuenta las distintas dimensiones del funcionamiento humano – biológico, psíquico, social y espiritual – puesto que cada una de ellas se desarrolla a través de un proceso particular en el marco de su propio continuo y, a su vez, se entrelaza con los procesos de otras dimensiones. Por ello, se reflexiona sobre la organización dinámica de la personalidad en su progresivo proceso de diferenciación – individuación e integración, fundamento del sentimiento de identidad, en cada fase vital, considerada con carácter propio – es nueva y pasa para siempre – y como figura de valores – en cuanto a posibilidades y deberes morales de la fase en cuestión – y, al mismo tiempo, insertada en el conjunto vital de toda la existencia, que es la que le da sentido. En este proceso de formación está comprometida en primer lugar la institución familiar, y luego también la institución escolar. Por ello estas reflexiones se extienden también hacia la educación, el papel de la familia y el rol docente.

Las temáticas serán abordadas analizando diversas perspectivas teóricas que han elaborado desarrollos sobre la adolescencia y la adultez desde distintos fundamentos, a saber: biológico, socio –cultural, axiológico, psicoanalítico y existencial.

En la bibliografía se recurre a las fuentes a fin de, por una parte, posibilitar el acceso al conocimiento científico a través de la conceptualización de los propios autores e investigadores; y, por otra, de favorecer en el futuro graduado la selección de los conceptos y enfoques que considere más apropiados para sus actividades, y más afines con su modo personal y profesional de pensar y valorar.


OBJETIVOS

Objetivo General:

Que el alumno pueda dar cuenta de la complejidad del desarrollo de la personalidad y comprenda los sucesivos procesos de reorganización que la misma sufre en la juventud, en la adultez, la madurez y la ancianidad.

Objetivos Específicos:

a Ubicar la Psicología Evolutiva en el campo de la Psicología contemporánea.

a Analizar la organización e integración de los procesos afectivos y cognoscitivos en la reestructuración de la personalidad del adolescente.

a Comprender los psicodinamismos de la familia.

a Valorar el compromiso de la familia y de las instituciones educativas en la educación moral e intelectual del adolescente y del joven.

a Valorar la importancia de la formación integral del adolescente en función del logro de una personalidad sana y madura

a Apreciar la actitud del adulto como modelo de identificación para el adolescente.

a Transferir los conocimientos adquiridos a situaciones reales

a Expresarse en lenguaje técnico


CONTENIDOS CONCEPTUALES y PROCEDIMENTALES


Introducción: La reorganización de la personalidad durante la adolescencia

Construcciones teóricas sobre la adolescencia: concepciones biologicistas –genetistas. Fundamentos antropológico – culturales. Orientaciones Psicoanalíticas.

Adolescencia y adultez en el contexto sociocultural actual.

Contenidos Procedimentales:

Ø Conceptualización de la pubertad y la adolescencia.

Ø Diferenciación de enfoques teóricos.

Ø Manejo de información seleccionada.

Ø Análisis crítico de la situación actual.

BIBLIOGRAFIA

& BIANCHI, A.: “Psicología de la adolescencia, de sus conflictos y armonías”. Bs. As. Ediciones Troquel.1986

& DOLTO, F.: “La causa de los adolescentes”. Bs. As. Edic. Planeta.

& MUUSS, “Teorías de la adolescencia”


UNIDAD Nº 1: Reestructuración de la imagen corporal y su significación psicológica.

Los cambios orgánicos en la adolescencia. Significación del cuerpo y su imagen: factores que interactúan. Problemas que plantea al yo la reorganización de la imagen corporal. El dibujo de la figura humana. Trastornos del esquema corporal: anorexia, bulimia y otras patologías de la alimentación.

Contenidos Procedimentales:

Ø Incorporación de vocabulario específico.

Ø Manejo de la información.

Ø Organización de la exposición

Ø Análisis de textos seleccionados.

BIBLIOGRAFIA

& ABERASTURY, A.: “Adolescencia”. Bs. As. Edic. kargieman. 1971

& BIANCHI, A.: “Psicología de la adolescencia, de sus conflictos y armonías”. Bs. As. Ediciones Troquel.1986

& FREUD, A.; PIAGET, J. y otros: “El desarrollo del adolescente”. Bs. As. Paidos. 1971

& GULEMAN de JAVKIN, M. “Infancia y adolescencia entre necios y sabios”. Rosario. Homo Sapiens. 2001

& PEARSON, G.: “La adolescencia y el conflicto de las generaciones”. Bs. As. Siglo XX. 1970

& SCHILDER, P.: “Imagen y apariencia del cuerpo humano”. Bs. As. Paidos. 1987


UNIDAD Nº2: Procesos afectivos y socialización.

El concepto de normalidad en la adolescencia, en relación con la reorganización de la identidad. La crisis de identidad y las modificaciones en los impulsos, en la organización del yo, en las relaciones interpersonales y los Ideales. Conductas defensivas: su significación. Relaciones con los padres. El aprendizaje en la adolescencia: incidencia en los procesos afectivos.

Contenidos Procedimentales:

Ø Integración de contenidos.

Ø Análisis de autores.

Ø Planteamiento y resolución de situaciones problemáticas.

Ø Lectura crítica de bibliografía .

Ø Planteo de interrogantes.

BIBLIOGRAFÍA

& ABERASTURY, A.: “Adolescencia”. Bs. As. Edic. kargieman. 1971

& ABERASTURY, A.; KNOBEL, M.: “La adolescencia normal”. Bs. As. Paidos. 1970

& BOHOSLAVSKY, R. “Orientación vocacional”

& ERIKSON, E.: “Infancia y sociedad”. Bs. As. Hormé. 1966

& ERIKSON, E.: “Sociedad y adolescencia”. Siglo veintiuno editores. 1978

& FRANKL, V. “Las raíces de la Logoterapia. Escritos juveniles 1923 – 1942”. Fundación Argentina de Logoterapia “Víctor Frankl”. Bs. As 2001

& FREUD, A.: “Psicoanálisis del desarrollo del niño y del adolescente”. Bs. As. Paidos. 1976

& FREUD, A.: “El yo y los mecanismos de defensa”. Barcelona. Paidos. 1980

& FREUD, S. “Tres ensayos para una teoría sexual”.

& GRIMBERG, L “Identidad y cambio”. Piados.

& MAIER, H. “Tres teorías sobre el desarrollo del niño: Erikson, Piaget y Sears” amorrortu editores.1989

& OJEDA y otros. “Resiliencia, tendencias y perspectivas” ediciones de la Universodad Nacional de Lanús. 2004

& PEARSON, G.: “La adolescencia y el conflicto de las generaciones”. Bs. As. Siglo XX. 1970

& CASULLO, M. y otros. “Evaluación del bienestar psicológico en Ibero América”. Piados. 2002

& WINNICOTT, D. W. “Realidad y juego”. Barcelona. Gedisa. 1996


UNIDAD Nº3: Procesos cognoscitivos y socialización.

Pasaje de las operaciones concretas de clases y de relaciones a las operaciones proposicionales. Estructura y equilibrio en el pensamiento lógico formal; la constitución de la combinatoria y del grupo de las reversibilidades. Los esquemas formales. Procesos afectivos y cognoscitivos: elección de una escala de valores en un plan de vida. El proceso de aprendizaje en relación con la comprensión cognoscitiva del alumno adolescente.

Contenidos Procedimentales:

Ø Incorporación de vocabulario específico.

Ø Manejo de la información.

Ø Organización de la exposición.

Ø Análisis de las diferentes formas de operar del pensamiento.

BIBLIOGRAFÍA

& PIAGET, J.; INHELDER, B.: “Psicología del niño”. Madrid. Morata. 1981

& PIAGET, J.: “Psicología de la inteligencia”. Bs. As. Psique. 1966

& PIAGET, J.; INHELDER, B.: “De la lógica del niño a la lógica del adolescente”. Bs. As. Paidos. 1978

& PIAGET, J. “seis estudios de Psicología”. Seix Barral. 1971

& MARTI, E. y Colab. “Psicología del desarrollo: el mundo del adolescente”. ICE/ HORSORI. 1999

& GASALLA, F. “Psicología y cultura del sujeto que aprende”. AIQUE. 2001

& CARRETERO. M y Otros. “Desarrollo y aprendizaje”. AIQUE. 1998


UNIDAD Nº 4: Los psicodinamismos de la familia.

El adolescente y su familia: reasunción de roles en cada uno de los miembros. Formas de elaboración de las ansiedades según las modalidades de relación en el grupo familiar. El hijo adoptivo en la adolescencia: fantasías e identificaciones.

Contenidos Procedimentales:

Ø Lectura crítica de bibliografía

Ø Valoración del papel de la familia en la educación de los hijos

Ø Manejo de información seleccionada.

Ø Análisis crítico de la situación actual.

BIBLIOGRAFÍA

& FERNANDEZ MOUJAN, C.: “Familia y adolescencia”. En: “Revista de Psicoanálisis”. Tomo XXX, N° 3 – 4; Julio – Diciembre 1973. Bs. As.

& FERNÁNDEZ MOUJAN, O. “Abordaje Teórico clínico del adolescente”. Ediciones Nueva Visión. 1974

& HAGELIN, A. J.: “Problemas de adopción, con especial referencia al complejo de Edipo”. En “Aportaciones al psicoanálisis de niños y adolescentes”. Asociación Psicoanalítica Argentina. Bs. As. Ediciones Kargieman. 1981

& LIDZ, R. J.; SCHAPIRO, y otros: “El adolescente y su familia”. Bs. As. Paidos. 1972


UNIDAD Nº 5: Los procesos de cambio en la identidad durante la juventud, la adultez, la madurez y la ancianidad.

Las etapas de la vida humana a partir de la adolescencia: cambios orgánicos y su significación psicológica. Reestructuración del esquema corporal en la mujer: embarazo, parto y puerperio. Crisis características: de la experiencia, de la comprensión, del desasimiento y de haber quedado inerme. Factores que inciden en la elaboración de los cambios: reorganización de la identidad como proceso creativo.

Contenidos Procedimentales:

Ø Manejo de la información.

Ø Organización de la exposición

Ø Análisis de textos seleccionados.

Ø Ejemplificación de conceptos.

Ø Integración de contenidos.

BIBLIOGRAFIA

& ASILI, N; FILIDORO, O.; ORTIZ FIZHER, R.; LANDE, H. y Otros: “Vida plena en la vejez”. Editorial Pax México. 2004

& GUILLY, P.: “La edad crítica”. Bs. As. Eudeba. 1972

& GUARDINI, R.: “La aceptación de sí mismo. Las edades de la vida”. Madrid. Ediciones cristianas. 1977

& ISAACAS, D.: “La educación de las virtudes humanas”. Navarra, España. Ediciones Universidad de Navarra. 1994

& LANGER, M. “Maternidad y sexo”

& CORNACHIONE LARRINAGA, M. A. “Paicología del desarrollo. Aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Adultez.” Editorial Brujas. 2006

& CORNACHIONE LARRINAGA, M. A. “Paicología del desarrollo. Aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Vejez.” Editorial Brujas. 2006


UNIDAD Nº 6: Significación de los cambios y posmodernidad

La posmodernidad: diagnóstico de un perfil identificador. Ser adolescente en la posmodernidad. Los vínculos del adolescente. Los medios de comunicación y su función como creadores de modelos identificatorios. La búsqueda de la eterna juventud.

Tiempos de esperanza: rescate de la posmodernidad. La persona humana y apertura constitutiva a los valores; la dimensión de trascendencia. El valor permanente de la familia. La formación de los hijos en las virtudes humanas.

Contenidos Procedimentales:

Ø Planteo de interrogantes.

Ø Análisis de documentos.

Ø Lectura y comentario de artículos periodísticos.

BIBLIOGRAFÍA

& BARONE, C.: “Los vínculos del adolescente en la era posmoderna”. Bs. As. Paulinas. 1997

& Hno. Lic. MAGDALENO, E.: “Hijos de la posmodernidad”. Bs. As. Gram Editora. 1996

& MARGULLIS, “La juventud es más que una palabra”.

& OBIOLS, G.; OSBIOLS, S. de: “Adolescencia, posmodernidad y escuela secundaria”. Bs. As. Kapelusz. 1992

& DI SEGNI de OBIOLS, S.; “Adultos en crisis, jóvenes a la deriva” Buenos Aires. Ediciones Novedades Educativas. 2004


CONTENIDOS ACTITUDINALES:

Ø Respeto por el trabajo de todos y cada uno.

Ø Búsqueda de la verdad mediante la fundamentación de los juicios valorativos.

Ø Valoración de las características evolutivas de las diferentes etapas.

Ø Creatividad en la elaboración de propuestas.

Ø Crítica ante diversos materiales.

Ø Precisión, objetividad y realismo en las producciones.

Ø Eficacia y operatividad en la elaboración de las conclusiones.

Ø Participación respetuosa y solidaria en los grupos.

Ø Valoración del aporte personal en el trabajo cooperativo.

Ø Responsabilidad en el trabajo.

Ø Cumplimiento de las tareas asignadas.

Ø Disposición para escuchar y exponer.


METODOLOGÍA

El tratamiento de los temas se llevará a cabo mediante la técnica expositiva dialogada y técnicas grupales.

Actividades a cargo de los alumnos: Investigación de las fuentes de información: elaboración de cuadros sinópticos, de resúmenes, de síntesis, de esquemas, etc., tendientes a precisar los conceptos e integrar los conocimientos; elaboración de la información en clase, sobre la bibliografía que en cada caso se acuerde.


EVALUACIÓN

Para aprobar la asignatura, los alumnos deberán:

¨ Cumplimentar con los requisitos de asistencia a clase.

¨ Aprobar los trabajos prácticos asignados.

Ø Observación de adolescentes y sus conductas

Ø Análisis del dibujo de la figura humana en la adolescencia

Ø Entrevistas a adolescentes

¨ Aprobar exámenes parciales, según normativas de la Universidad.

¨ Aprobar el examen final oral, ante tribunal, en las fechas reglamentarias establecidas por la Institución.


PRESUPUESTO DE TIEMPO

Primer cuatrimestre: Unidades temáticas Nº 1, 2 y 3

Segundo cuatrimestre: Unidades temáticas Nº 4, 5, 6 y 7


BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

& ACEVEDO, G. “La búsqueda de sentido y su efecto terapéutico. Fundación Argentina de Logoterapia “Víctor Frankl”. Bs. As 1998

& DOLTO, F.; DOLTO – TOLITH, C.: “Palabras para adolescentes”. Bs. As. Atlántida. 1992

& DOLTO, F. “La imagen inconsciente del cuerpo”.

& CORNELLA de BLANCO, L.; LITVINOFF, N. “El adolescente del milenio y el milenio del adolescente”. Buenos Aires. Nuevo Extremo. 1998

& CHIRINOS, R. “Conversando con familias”. Bs. As. San Pablo. 1995

& MARTI, E. y otros. “Psicología del desarrollo: el mundo del adolescente. Barcelona. ICE / Horsori. 1997

& Artículos: “Psicología de la vejez”

& “Gerontopsiquiatría”.

RASCOVAN, S.; “Orientación vocacional, una perspectiva crítica” Buenos Aires. Piadós. 2005